miércoles, 16 de abril de 2008

Cocina para principiantes: Pollo a lo que pillo

Amigos, hoy les presento el primer capítulo de cocina para principiantes, donde aprenderémos el gusto por hacer las cosas nosotros mismos, pero sin estresarnos demasiado.
Lo primero que le voy a pedir si no tiene mucha experiencia, es que abra usted su horno a ver si dentro hay una bandeja, que mire que puede ser que estas cosas se las lleva el Diablo, debe haber ahí dentro una superficie plana metálica que entra en una especie de guía que la sujeta.
Bueno, ya la conoce, le presento a su bandeja de horno, gran amiga, se lo aseguro.



El de la foto superior es Anselmo, un pollo eviscerado que comprámos ya bién vacío, y que hemos abirto un poco más para dejar las pèchugas al aire. Anselmo llevaba escrita en su etiqueta una breve mandamiento que decía: "Como buén pollo de mesa, no me cocinarás ni con cerveza ni con coca-cola", por tanto lo que ven ustedes en la foto, nos lo estámos bebiendo y no lo utilizarémos con Anselmo, el más aventajado de los pollos del corral.


Hemos mirado en el frutero y ¡¡oh, sorpresa¡¡, cuatro hermosas naranjas Valencianas de mesa han aparecido por arte de magia, hemos encontrado para este pollo aparte de la naranja, un calabacin, un pimiento verde, unos espárragos trigueros, patata, cebolla, unos pistachos que le he arrancado de las manos a mi cuñado para que no se los comiera, pimentón dulce, aceite de oliva y una buena ramita de romero.


Anselmo merece una buena cama para su descanso eterno, así que se la estámos preparando, lo que usted vé es la cebolla y la patata cortada a dados, la verdad, a triangulitos sería más exacto. Anselmo dejó escrito que ¡¡nada de rodajas¡¡.



Hemos puesto sobre la patata, calabacín, espárragos y primiento verde, y lo hemos salpimentado y puesto un poquito de aceite de oliva. Anselmo ya tiene una cama de acorde a sus expectativas.


Hemos pelado una de las cuatro naranjas, y como ven en la foto se la hemos colocado sobre la pechuga al pollo, y sobre esto la rama de romero, esa naranja y el romero estarán ahí los primeros veinte minutos de horno, y luego la quitarémos, eso hará que su pechuga jamás le salga seca, cuando la quite tras los viente minutos la verá muy poco echa y muy mojada de zumo.
Pero hombre, que el tío este ha dicho que necesitaba cuatro naranjas, ¿para que quiero las otras tres?.



Las otras tres, las vá usted a exprimir y cojerá los pistachos para dejarlos macerar dentro. Yo quiero la sal de ese pistacho en el zumo, y de su cáscara, usted si quiere puede pelarlos antes.
Tenemos el pollo dorando en el horno veinte minutos a 220º, lo sacámos tras ese tiempo, quitámos romero y retiramos, quitámos naranja y dejámos pero no sobre el pollo, más baja, y con ese arte y gracejo que Dios nos ha dado, le desparramamos por encima nuestro zumo con pistachos. (Amigo, esta es la operación más dificil que usted realizará en esta receta, intente que el zumo vaya dentro de la bandeja)




Esta foto es tras veinte minutos de horno, sin romero, con la naranja retirada y con el zumo con pistachos desparramado por encima, que a usted no se le vá a consumir, se le quedará como "caldito". Vuelva a meterlo al horno y suba la temperatura a 230º.



Más o menos, esta será la pinta de su pollo a lo que pillo, retire la naranja antes de servir y me lo ponga usted bién guapo . Tanto la verdura como el pollo, estarán en su punto, sobre todo la verdura que es lo que más nos preocupa, ya que primero se ha horneado sólo, y luego se ha cocido con el zumo. pero no se pierdan el increible sabor de esos pistachos, que no estarán crujientes como en crudo, pero estarán dulcemente melosos.

¿A que no le he hecho currar mucho?. ¡¡Si ya trabaja el horno hombre¡¡



7 comentarios:

Helter dijo...

¿Se le puede enviar un telegrama a Anselmo para decirle lo bueno que estaba? Estaría bien arrancarle una sonrisita desde el más pallá, aunque no tengo muy claro si los pollos sonríen. Igual los eviscerados sí.

Arkab dijo...

Hay que reconocer el arte culinario: Trikki, es usted el Ferrá Adriá de mis calenturas, el pistacho iraní de mis finales de la Copa del Rey y mi escote en U de la Mamen Mendizábal. Sólo por ello le voy a poner una entrada erótica con tetas y parruses al aire en mi blog para que disfrute después del arduo ajetreo preparándonos tan elaboradas recetas. Le doy a elegir entre bibliotecarias y enfermeras (elija bien, que sólo tengo bibliotecarias).

Trikki dijo...

Vale Arkab, ya me he dado cuenta de que me quiere limpiar la bandera Polaca a toda costa de mi filli, hablando de banderas, estoy muy preocupado con la desaparición de las Argentinas, creo que desde la historia del dentista. Mañana le pongo remedio, venga.

Arkab, como yo mañana me centraré en el cono Sur, creo como dije hace poco que todo es literatulizable (joder con la palabreja) según los ojos de quién lo mire, pero en este caso creo que las enfermeras lo son más, por costumbre vamos, ahora si persiste en la idea de la bibliotecaria, puedo imaginarme una bibliotecaria llamada Rosalinda, de gafas grandes, con una fina voz casi inaudible, que viste muy desaliñada, pero que bajo su vestimenta hastaelcuello modelo años cincuenta, esconde un cuerpo para el pecado, que no utiliza para nada por una anterior relación tortuosa.

Rosalinda cada día al cerrar la biblioteca, suspira en silencio por Marcos, un joven culto de mente, y cultivado de cuerpo en horas de gimnasio, que siempre se vá el último y le dá las buenas noches...

Un día, al cerrar la biblioteca.....

Harry Sonfór dijo...

¡Viva ese pollo anaranjao! Ese pollo anaranjao está bien bueno, seguro. Yo esta noche he hecho un guiso de pavo que ha salido bien bueno, pero no he hecho fotos del proceso por dos razones: una, que soy perezoso para hacer fotos; dos: que cocinar la comida del día siguiente por la noche en casa suele ser un no parar. Mientras yo voy cortando el pavo en dados, mi señora anda detrás de pinche cortando cebolla, pimiento y demás. Ella dice «¿qué más?» y yo le digo: «¡dos zanahorias en brunoise!» y así en un no parar hasta que acabamos. Es como la cocina del infierno pero en pequeño.

Helter dijo...

Oiga, pues cuando su señora le diga "¿qué más?", aparte de otras opciones que se me ocurren y que no vienen al caso, podría decirle que le saque una foto al pavo o a la brunuás. Pa qué quiere un blog si no piensa colgar fotos de lo que cocina.

Trikki dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Trikki dijo...

Oiga Harry, que yo mucho de cocina no entiendo, uno es aficionaillo nada más, aunque el pavo que seguro sabe que por lo que debémos pelear es por que no se quede "sequito", lo hago muy sencillito, mire pruebe usted si quiere a poner un picadillo de ajos, romero, sal y aceite (vaya, siempre el romero)y lo pincela antes de meterlo al horno con su guarnición.
Reserve la otra parte del picadillo, y me la añada cuando ya esté dorado, a diferencia del pollo que lo pones y au, yo al pavo si lo volteo cada cinco minutos, hace poco lo hice con muslos y me quedó de oreja y vuelta al ruedo. (Bueno, le seré sincero, la opinión que vale es la de mi santa,no de miscuñados, que si les pones un neumatico de camión para cenar también dicen que está bueno).

He borrado el mensaje anterior por que se me olvidó que le añadí también un poquito de vino blanco.