viernes, 23 de mayo de 2008

Vida y obra de Macumba Romero (IV)



Gertrudis Amalia me contó de como mis padres se hicieron millonarios. Mi madre, siempre nos daba de desayunar una especie de cacao en polvo, una receta que pasaba de generación en generación en la familia de mi padre.

Un golpe de suerte, quiso que ese cacao mezclado con leche, lo probara el dueño del piso donde estábamos alquilados, y propuso a mi madre intentar comercializarlo. El día que lo probó dijo..." mmmm que suave sabor a cacao... mmm me está creciendo la cola de lo bueno que está... "¡¡YA ESTÁ¡¡ LO LLAMAREMOS ...¡¡COLA-CAO¡¡.

Y asi fue como comercializaron el producto allá por los sesenta, la canción del negrito, la compuso mi padre recordando a aquellos que cultivavan las tierras allá en Cuba. En pocos meses, papá y mamá eran ricos. Gertrudis me contó que intentaron encontrarme por todos los medios, pero el dueño del circo, no supo decirles donde estaba.

Mis padres se dedicaron a viajar por el mundo buscándome, y en uno de esos viajes, ambos se estrellaron en un avión, pasando su herencia a su única descendiente directa conocida, Gertrudis Amalia.

Gertrudis también me contó de su vida, estuvo planteándose meterse a monja tras la muerte de mis padres, y donar toda su fortuna a la iglesia, pero en la universidad conoció la vida de pendón desorejado que llevaba estudiando biología, y eso le gustaba bastante más.

Gertrudis me ofreció compartir su fortuna, pero yo no podía aceptar, mi orgullo no me permitía coger nada que hubiera pertenecido a aquellos padres que un día me abandonarón, así que decidí buscarme la vida por méritos propios.Durante varios años en Barcelona, hice de todo y a todos.Mi cabeza seguía pensando en aquella joven de mirada limpia, Inmaculada, y con la excusa de visitar a Gertrudis, la veía cada Domingo, vergonzosa, y también veía cada Domingo a la nueva pareja de Gertrudis.

Fui a parar a un local strip-tease, donde a finales de los 70, un director de cine porno me propuso hacer un pequeño papel en una película.Recuerdo los nervios el primer día de rodaje, era mi primera vez delante de unas cámaras, pero no debí hacerlo mal cuando la película se iba a llamar "la mujer del fontanero" y cambiaron el nombre para ponerle "Macumba Romero: El remo negro".De ahí al estrellato...


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A finales de los 70, en España se vivían tiempos de liberación. Llegó el destape a las pantallas de cine y mis películas, hasta entonces sólo para exportar, se empezaron a ver en las salas de aquí. La gente empezaba a reconocerme por la calle y eso me incomodaba un poco, sobre todo aquellos Domingos por la tarde en que paseaba por las Ramblas, cojidos de la mano al atardecer, con Inmaculada, la linda, la vergonzosa.

En ocho años que llevábamos paseando juntos cada Domingo, nuestra relación física se había limitado a un beso de despedida cada vez que la dejaba en casa de Gertrudis Amalia.
Inmaculada, arrastraba un problema desde que un cura intentó abusar de ella en el convento donde estaba recluida, antes de pasar al servicio de mis padres, lo que le había producido un diagnostico medico de "frigidus frigidorum". Según los médicos, eso se le pasaría el día menos pensado, cuando su mente se dejara llevar por el deseo.Pero mis sentimientos por ella, no eran para nada físicos, a estas alturas de mi vida, ya estaba cansado de tanto sexo, le dije que esperaría el tiempo necesario hasta que culmináramos nuestro amor.

Mi vida profesional despegó como una bala de cañón a principios de los ochenta. Hice mis primeros anuncios para durex. En uno de ellos me ponía un condón hasta reventarlo, y una voz en off decía "Con durex, no habría pasado". Empecé a ganar dinero fácil, mientras mi hermana Gertrudis seguía cada día con un novio y daba sus primeros pasos en cine y TV... un productor...un cantante... un Conde con el que tuvo un hijo... su ritmo de vida de "vive a tope hasta morir", la llevaba a la cima de la TV, pero ella siempre sería para todos...la hermana de Macumba Romero.

Yo seguía haciendo películas, mientras mi mente pensaba en Inmaculada, en como solucionar su problema, en como darle vida a su cuerpo y así ser felices para siempre.


Aprovechando el mundial de futbol en el año 82, rodamos la primera película que yo mismo dirigí, "el naranjito morenito", y fue tal el inesperado éxito del film, que después de premios y premios en todo el mundo, me llamaron en febrero del 81 para concederme la medalla del congreso de los diputados.

Aquel 23 de Febrero, esperaba recogerla en los pasillos del congreso, y me invitaron a sentarme en el asiento de detrás de Santiago Carrillo, gran fan mío ´debo decir.Algo raro empezó a pasar dentro de la cámara.Unos tíos uniformados de Guardia Civiles entraron al congreso armas en mano y..

-QUIETO TODO EL MUNDO ¡¡¡
-TODOS AL SUELO¡¡
-HE DICHO QUE AL SUELO¡¡¡
RARARTAAPAMPAMAPUMPUMPUM

Todo el mundo nos tiramos al suelo, excepto mi amigo Santiago. El que debía ser el manda más del grupo, un tipo con bigote, se acercó a Santiago y le dijo..

-HE DICHO QUE AL SUELO¡¡¡

-¿Has visto a quien tengo aquí detrás? le dijo Carrillo

El tipo del bigote asomó la cabeza entre los asientos de la segunda fila, me miró a los ojos y dijo...

-COÑO, SI ES MACUMBA ROMERO¡¡

-¡¡POS UNA MIERDA ME AGACHO YO ESTANDO ESTE DETRÁS MÍO¡¡ Dijo Santiago al bigotudo.

Tejero me pidió que saliera de allí y tras firmar varios autógrafos, me enclaustraron en una sala. Pasaron unas horas hasta que Tejero me pidió que hiciera de mediador con el mismísimo Rey (otro gran fan mío).

Conseguimos que las armas se dispusieran, aunque me tocó prometer unos pases privados, y le dije a Carrillo, que siempre que quisiera, podría agacharse en mi presencia sin peligro para su integridad física.
Y asi, recogí mi medalla y me fui a enseñársela a mi dulce Inmaculada, tras diez años de paseos por el parque, diez años sin sexo con ella, decidí que era la hora de pedirle matrimonio.

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