martes, 6 de mayo de 2008

Revolución

Tengo un amigo que siempre fué revolucionario e inconformista. Se le podía ver en cualquier manifestación popular contra todo o casi todo lo que se moviera. A favor del 0.7, contra la guerra de Iraq, contra la visita del Papa a Valencia, contra el mundial de formula 1 aquí, por que hace mucho ruido, contra el retoque del parque natural de la Albufera, para hacer un carril para que quepan los coches de paso y no se monten esos atascos, a favor de la foca monje, que miren que aquí tenémos focas monje por un tubo, y hasta cuando quitáron aquí hay tomate, se manifestó puño en alto pidiendo la reubicación de Jorge Javier en un programa de similares caracteristicas.
Es un revolucionario nato que está contra todo, vamos, me río yo de los que se manifestaban buscando la democracia para este país cuando los comparo con mi amigo, este artista pancartero contra todas las injusticias del mundo y el espacio exterior.
Eso creo que lo lleva la juventud, todos cuando somos jovenes llevamos dentro a ese revolucionario que quiere cambiar el mundo, pero recientemente mi amigo ha crecido como persona adulta que es, aunque no ha querido renunciar a su espíritu revolucionario, por lo que sigue una serie de costumbres en su vida cotidiana anti grandes empresas, antimarketing.
Mi amigo coje un brick de leche y dice "-y una mierda lo voy a abrir yo por la linea de puntos,eso es lo que quieren los agquerosos capitalistas, que para eso soy un revolucionario", y lo abre justo por el otro extremo. Cuando se trata de seguir cualquier tipo de instrucción que dá el fabricante, la hace justo al reves o de otra forma, el otro día sin ir más lejos compró un preparado de masa de pizza de mercadona, en el que para hacer la masa decía que había que añadirle dos cucharadas de aceite de oliva, agua y una pizca de sal. "-¡¡y una mierda¡¡. Yo le voy a poner tres cucharadas de aceite de oliva por que yo soy un revolucionario".
Hoy su revolución se limita a no hacer nunca lo que le recomienda un fabricante, se lee la letra pequeña de todos los botes que compra para poder decir ¡¡esto lo hago así por que soy un revolucionario que vá a cambiar el mundo¡".
Y claro, uno sólo no puede cambiar el mundo, asi que ya me están abriendo ustedes la leche por el lado contrario a la linea de puntos. ¡La que vamos a liar¡.

1 comentario:

Helter dijo...

Yo es que soy tan revolucionaria que, si lo que se espera de mí es que abra el brik por el extremo que no toca, solo pa joder voy y lo abro por el otro.