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- No
- Que las lleves tú al primer día del curso de piscina que yo no puedo.
- No
- Es a las seis y cuarto
-No
- Que no puedo hoy que se me ha complicado.
- No
-Oyes, que fuiste tú el que me dijo que las apuntara al curso de natación
-No, he dicho que no y es que no, tengo una reunión a esa hora, y sabes que si digo que no es no.
- Te he dicho que las llevas, buscaté la vida que no puedo de verdad.
(El contenido de la siguiente respuesta ha sido modificado)
- MECAGOENPROFX, CAWENTOFXSTD, FSXGTDL, LAPUTTIXMAREDEX (respuesta real)
- Pues claro que las llevo al curso del primer día de piscina, como no, si sabes que tú eres mi faro, mi guía, mi pastor, mi barco velero en un día de brisa marina, mi yate en marejada o marejadilla (respuesta ficticia).


Joder con la integración de la mujer al trabajo, que además sólo debe ser la mía, por que al llegar a las piscina unas cincuenta señoras de treintaypico esperan su turno para cambiar a sus retoños y colocarles el bañador. Me dedico a leer los cartelitos de los vestuarios. "Señoras"(Monigote de cabeza redonda y falda) "Caballeros" (Monigote de cabeza redonda abierto de piernas y brazos estilo vaquero apunto de duelo en el salvaje oeste). Ya tenemos el primer lío, si me meto en el de señoras por que voy con niñas, o en el de caballeros, por que en el polideportivo de lo más moderno no sólo hay piscina, frontón, padel, fubito, baloncesto, spa, y todos se cambian en el mismo vestuario. Vamos que si me meto en el de señoras me ahostian seguro. Me dá por girar la cabeza y veo dos puertas separadas, y en una pone "Padres con niña" y en otra "Madres con niño". Coño, que modernos son en mi pueblo. Entro y tiene de todo, ducha, secador de pelo, una maravilla, y encima estoy solo con las niñas por que soy el único padre con niña por lo visto.


"Usted les pone el bañador, las pasa por la puerta a la piscina climatizada, se las dá al monitor y desde esa cristalera puede verlas" me había dicho una amable señorita al entrar, y eso hago. Doy la vuelta tras dejarlas y hay una especie de pecera que dá a la piscina, con un cristal que se vé de dentro afuera pero no al revés, de 6+6+6+6, vamos, casi blindado el cristal, unas sillas, unas mesas, y tres máquinas de agua y guarrerías (papas, lacasitos, Marks, y todo para una dieta equilibrada vamos) y cojo sitio para ver las evoluciones de las pequeñas en su primer día. Aquello que se pone a parir de madres al momento, un sitio donde Helter ( http://jeltaskelta.blogspot.com/) hubiera disfrutado como una enana escuchando sociablemente los gritos quinceañeros de esas madres en el primer día de piscina de sus hijos.

Ellas con su cámara de fotos, "Mira mi Josua como se defiende" y contándose de lo valientes que son. Se los llevan en principio a la piscina pequeña, y eso desde la pecera es un ángulo muerto, no se ve absolutamente nada, una de las madres levanta el puño en alto como exigiendo que queremos y debemos ver, que para eso pagamos. "Que nos abran la puerta de la piscina y metemos las sillas dentro".


Con voz bajita se me ocurre decirle que si algo quieren los monitores, es que no vean a sus padres, para que no se asusten o escandalicen, casi se me come como a un paquete de papas que devoraba. "¡No sin mi hijo¡ ¡ No sin mi hijo¡ Que yo he venido a verlo pa poder contarlo no a que aprenda a nadar", parecía decir con su puño levantado.


De repente tres monitores con cintura de avispa hacen un pase de modelos frente a la cristalera donde les vieran las madres enfervorizadas. Paso de modelo, contoneo de modelo, cuerpos de modelo, lo reconozco, un triángulo desde el pectoral a la cintura. Oigo un silbido dentro de la pecera el clásico fiuuuuuuu fiuuuuuuuu (que bueno estás) y una mujer empieza a golpear el cristal hasta que uno de los monitores se gira para dar el frente en vez de la espalda. Pienso, coño, a que va a quedar con el o algo a tomar café, y que va, a grito pelao le dice la señora...


-Q U I T A T E D E E N M E D I O Q U E N O M E D E J A S V E R A L N I Ñ O


Cortazo del monitor que hasta se ruboriza.


Algunas madres aventureras han dado la vuelta por donde hemos dejado a los peques para abrir la puerta y así ver bien. Una monitor con cara de muy pocos amigos les dá con la puerta en las narices "AQUI NO SE PUEDE ESTAR", les grita, pero ellas ya tienen su foto y vienen a la pecera a lucirla al resto. Una foto digna de ver, por que no se ve nada más que la oreja bajo el gorro de uno de los niños que la madre, muestra orgullosa. Lo mejor del caso es el OHHHHHHHH de la que ve la foto, como si se viera algo. Esta señora ya tenía algo que contar.


La reivindicativa señora sigue con su alegato, a estas alturas de la tarde ya casi exigía que los padres estuviéramos dentro de la piscina con los niños nadando juntos. Como no veo un pijo de la piscina, pués me dedico a observar a las madres. Charlan sobre lo rebuenos y educaos que son sus niños, se pintan las uñas y decido ya que no veo nada levantarme de donde estaba y unirme a un grupo de seis madres, fue a ojo, donde vi más cháchara.


- ¿Me puedo sentar? digo señalando la silla vacía.
-claro, claro como no.

Aguanto estoicamente una charla sobre la conveniencia de dar de mamar y no biberones a los niños. Que si la leche materna, el calostro, las vitaminas, y tras diez minutos de charla, y sólo por joder, lo reconozco, les digo.

- Coño, vuestros maridos estarán contentos, así no se tienen que levantar ellos a darles el biberón.

Y pasan de lo buena que es la leche materna, a la putada que es para la madre no pegar ojo "a mi me pedía cada hora " o "yo estuve tres meses sin dormir más de una hora seguida ".

Un tío con pito indica el final de la clase. Recojan sus paquetes y pasen por la ducha. Un par de señoras se me cuelan en el vestuario de "padres con niñas", más que nada por que este está vacío y el otro a parir de gente. Las niñas con la juerga padre encima en la ducha.

Al llegar a casa soy el ultimo en recibir la pregunta de "que tal la piscina".

- Joder, pues estaba lleno de tías buenas.

Lo cual me aseguró una noche de sofá, y exención piscinera de por vida.