La Teta enrocada.

-Hola, soy Manolo ex-camionero, ¿Consumámos?.

Si yo lo sabía, la culpa de Sabina. Iba escuchando precisamente la canción de la Magdalena en mi coche y decídí hacerle caso "si ves unas luces verdes, rojas y amarillas, portaté bién y frena, y si la Magdalena te pide un trago, tu le invitas a cien que yo los pago", y aquella media noche decidí parar mi coche en unos de mis viajes de trabajo.Con el único ánimo de pasarle la factura a Sabina si encontraba a la tal Magdalena, aparqué mi coche en la teta enrocada, me hizo gracia el nombre como aficionado al ajedrez y al cine y paré, y allí estaba yo, frente a Manolo, ex-camionero, un enorme travesti de casi dos metros al que yo tomaba por mujer mientras se acercaba a mi.

Todo el era una gran mujer de enormes pechos, piernas largas y pelo rubio, bueno, todo no, su voz excesivamente grave le delataba.Mi primera preocupación en ese momento fué intentar averiguar que parte de mi fisico le había inducido a pensar que tenía posibilidades conmigo, o lo que es lo mismo, por que leches no me había tomado como el heterosexual que soy, anoté mentalmente darle una patada en los huevos a Laureano, aquel esteticista que me recomendara exfoliarme la cara para matar las células muertas y blanquearme el cabello . No debí hacerle caso, Laureano no es nombre de esteticista.

-Consumamos, dije a Manolin saliendo por la tangente, esta ronda la pago yo ¿qué quieres consumir?.- No me refería a eso....., me dijo. El atento camarero me colocó otro jack Daniels sin hielo y un licor de peché para ella,el, o lo que fuera, que arrimó un poco más su escote hasta mi y cojiendo mi mano, la puso sobre uno de sus pechos,

- Toca.... si son de verdad..., y lo erán, ¡que coño¡, entre esas tetas y las de Marta, secretaria aspirante a actriz, no había más diferencia que el tamaño, a favor de Manolin, claro está.Estaba claro que se sentía muy mujer,¿Que iba a hacer yo para no herir sus sentimientos femeninos?. Decidí se sutil en el intento...

- Anda mona, vete a dar una vuelta que soy hetero.
-Mi especialidad son los heteros, dijo mientras me acariciaba la mejilla y esto me llevó a ser un poco menos sutil, ya que empezaba a notar el bulto de Manolin pegado a mi pierna.-QUE NO ME VAN LAS POLLAS, LEÑE¡¡, le grité.

Manolin, rubia platino de bote, se separó de mí lo justo para evitar el contácto físico, pero no... no se daba por vencida fácilmente...
-Te voy a tratar mucho mejor de lo que nunca te ha tratado una mujer...
-NO¡¡
-Recuerda que nadie mejor que un hombre conoce los puntos sensibles de un hombre...
-NO¡¡
-No haremos nada que tú no quieras...
-NO¡¡
-Mira que pechitos tengo...mmmm-
-QUE NO¡¡
-Además... que soy del Madrid...

Y bueno..., la carne es débil, no hay nada más que guste a un Valencianista,que dar por el ano a uno del Madrid...