Caca, pedo, culo, pis. Supongo que usted ya es mayor para leer esto.
- Buenos días ¿Qué desea?
- Pues mire usted, yo quería información sobre lo que mayormente vendría a ser una vasectomía, o ligadura de trompas, o como se llame lo que a mí me toca como macho para que esos soldaditos se queden sin lanza..
- Lo que a usted le toca se llama vasectomía, espere un momento y pasa a hablar con la psicóloga y ella ya le indica los pasos a seguir.
El centro de planificación familiar de mi pueblo es nuevo, huele a nuevo y mi primera observación al subir a la primera planta es que a nadie que no sea una entidad pública, le pasa la inspección de obra nueva una escalera de tan solo 80 cm. De ancho.
- Puede pasar ya, le espera la psicóloga.
Un sencillo despacho, una mesa, dos sillas y póster a todo color de un aparato reproductor completo de caballero, le pido a la psicóloga la información, no sin antes decirle a mi estas cosas, que acongojan un montón y que si huelo a hospital me mareo.
- No tenga miedo hombre, si eso son cinco minutos (señalando al póster) te abren por aquí, cojen este tubito y este, lo anulan, y total son dos a o tres puntos, a ti te duermen la zona y no te enteras más que del pinchazo. Yo te hago un test y eso es cosa rápida. Luego al mes siguiente de la operación te tienes que hacer un espermiograma, vamos, una paja comúnmente llamada,(acompaña la frase con movimiento de cubilete de parchís antes de lanzar el dado) y ya se analiza para ver que todo está como debe y tus soldaditos no llegan donde deben.
- Oiga, que digo yo, que podía ser todo igual de fácil que lo de la paja, como si te dijeran “Metelá aquí, te corres y cuando la saques ya estás operao”.
La señora psicóloga ríe, y yo para contar lo que quiero contar me salto el paso uno, el examen, el paso dos, la operación, y paso directamente al paso tres, el espermiograma.
Lo reconozco, uno es mucho de película Americana, y tenía una idea preconcebida de lo que aquello podía ser, una enfermera rubia escotada, una habitación con sofá, video y revistas guarras, una puerta con pestillo y sales tú ya con la cosa solucionada y como despeinado, eso pasa por ver películas de dudosa reputación, como aquella de “La enfermara chupona y sus tetas de silicona”, pero no, no fue eso por que al llegar al mostrador de entrada, una enfermera bastante gruesa y de pelo moreno y rizado engullía un bocata de chorizo con coca-cola ligh, y un paquete de ganchitos para acompañar. El mostrador era su mesa de desayuno.
- Hola, que venía yo a hacerme una prueba de estas de después de la vasectomía (hay gente y paso de decir la palabreja esa de espermiograma).
- ¿Trae el bote?
- ¿Qué bote?
- No me diga que no le han avisado de que usted tiene que traer el bote para la recogida de muestra, pues vaya a la farmacia y se lo compra.
Viajecito a la farmacia a pedir un bote para…para…para.. Análisis de orina le dije y bote en mano otra vez arriba a la enfermera, que ya tengo el bote, oiga.
- Pues nada, siga andando y al final de ese pasillo a mano derecha está el cuarto de baño, entre dentro y cuando tenga la muestra me la trae dentro de esta bolsa.
Empiezo a andar por el pasillo leyendo los carteles de las puertas que voy pasando, Rayos, Trauma, Ginecología con mi bote en la mano, y pensando que todo el que se cruza conmigo piensa “donde vas so warro con ese bote”, busco un cartel que diga algo así como “Para meneársela es aquí”, o “auto extracciones”, pero tras pasar un puñado de puertas topo con el cartel de WC y entro. En él hay como dos recintos, uno para lavarse con su pilita y su espejo y una puerta con un inodoro dentro. Enciendo la luz del de dentro y vaya por Dios, que no hay luz, está fundida, cierro la puerta, pongo el cerrojo y no veo un pimiento. Me siento en la taza intentando que la vista se acostumbre e intento ponerme en la faena, no sin antes estudiar la ubicación del bote, que ya me dirás si a oscuras no tiene su tela.¿Encesto de tres puntos o qué?. Uno, que funciona bien con su concentración, pero que allí no había manera de que la cosa se pusiera en tono alegre, y dale y que no, y que Angelina Jolie, Angels Barceló, la lavadora, pero que nada, que llevo ya quince minutos y que nada, que no me concentro, cuando de repente me aporrean la puerta, cosa que me sobresalta.
-YAAAAAAAAAAAAA, digo abrochando el pantalón cuando oigo una voz ronca de tío que me dice...
- QUE LLEVAS MEDIA HORAAAAA, ¿ES QUE TE LA ESTÁS MENEANDO O QUEE? ¡QUE ME ESTOY CAGANDO COÑO¡
Grrfffrrrb, maldigo y juro en todos los idiomas que se me ocurren, alguno no sabía ni que lo hablaba, y me voy otra vez con el botecito vacío a la enfermera choricera que ahora degusta una caña de chocolate con crema de Mercadona, para preguntarle si falta mucho para que cierren que la cosa se me está complicando. Media hora, me dice con la boca llena, pero el olor a chorizo sigue allí intacto, y pienso que si ya es difícil, ahora encima con presión horaria.
Cruzo otra vez el laaaargo pasillo con el botecito en la mano, la gente me mira como si fuera un psicópata o algo así, o a mí me lo parece, estoy por pedirle el favor a una que se me cruza, podría alegarle “es que a mi tocar ciertas cosas me da asco y es cosa de vida o muerte”, pero tras cinco minutos de ventilación de baño, entro de nuevo dispuesto, concentrado, vamos, que tú puedes hombre, que esto no es ná, que tú has pasao cosas peores, que en Vietnam nos comíamos los excrementos de las cabras, vamos, pienso en Angelina, Angels, en Scarlett, y cuando estoy a punto se me cruzan Federico y Rajoy, coño, Federico que pinta en mis fantasías, no fastidies Fede tú a lo tuyo, Angelina, Angelina, Angelinaaaaaaaaa.
Salgo con mi bote triunfador que me falta levantarlo al sol y agradecerlo a los dioses, en el que no sé como he atinado a oscuras y tras lavar el bote y a mí mismo me voy a la enfermera con una sonrisa de oreja a oreja, prueba superada, lo conseguiste campeón, eres un fenómeno, pensaba que me iba a decir, pero coje el botecito, lo pone al trasluz, y me dice.
- No vale, lo has mojado.
- Oiga, que si me lo traigo de casa ¿Pasa algo?