martes, 11 de noviembre de 2008

El buen Samaritano.

La encontré en pleno centro, tirada en medio de la acera. Tras un primer vistazo pude ver un billete de diez, unas cuantas monedas sueltas, una tarjeta del viajes el Corte Inglés, otra del Banco Santander, dos de la Seguridad Social con el logo de Gobierno de Aragón, una de una clínica de depilación láser, y un montón de anotaciones en papeles y tarjetas sueltas, escritas por detrás, como quién escribe algo que sólo entiende él y no necesita decodificación. Aquella cartera marrón de piel pertenecía a Alejandra según algunas tarjetas, y a Sandra según a otras, a la que por sus nombre y apellidos intenté encontrar en el hotel más cercano.
La ley de protección de datos tiene estas cosas si uno quiere que le proteja,en el hotel no estaba, ni en las páginas amarillas, ni en QDQ pude encontrar a Sandra por su nombre y apellidos, así que me ví en la obligación de llamar a alguno de los teléfonos que allí había anotados, hasta que un hombre de voz ronca al día siguiente me dijo conocerla y me dio su número de teléfono al que llamé.
Mil gracias, me dijo, la he perdido este fin de semana que he visitado Valencia, no sé como pudo pasar, las tarjetas de crédito ya las he anulado, pero si me haces el favor como yo trabajo en viajes el Corte Inglés de Zaragoza, dejarla en cualquier Corte Inglés que me la envían por valija y así dispuesto me fui esta mañana con mil prisas a dejarla, prisa no por devolverla, sino por que iba muy mal de tiempo y había quedado. Aparcar en el Corte es fácil si dejas el coche en el parking, pero cuando uno va con prisa lo deja en cualquier lado, total es entrar y salir, por lo que dejo el coche en zona azul y cuando voy a rascarme el bolsillo veo que suelto tengo una moneda de dos euros. Me repatea, no se imaginan como, la zona azul, por que con dos euros tengo para tres horas y media y voy a estar cinco minutos, así que paso de meter el dinero ni voy a cambiarlo por las prisas.
Cruzo la cortina de aire de la entrada del Corte más nuevo de Valencia y a la primera Señorita que me cruzo le cuento a qué voy. Planta ocho, me dice, atención al cliente. Subo por los ascensores más rápidos del mundo, pero es si no paran, pero como para en todas las plantas (no sólo para, sino que una vocecilla te dice en qué planta estás, planta uno moda mujer, planta dos moda hombre etc...) el viaje se hace eterno. Llego a caja central, una señora que sale tras de mí del ascensor me adelanta cuando ve que voy al mismo sitio, y se pone delante en una caja central vacía de clientes. Termina su gestión, saco la cartera enseñando la tarjeta del corte de su compañera Maña y le explico lo que pasa. Me mira con cara de poker y se va a otra señora que está sentada en una mesa. No escucho lo que dice, pero la sentada le señala un despacho acristalado. Entra dentro y cuando sale me dice que lo más que puede hacer es dejarlas allí para que vaya a recogerlas. Le vuelvo a explicar que es ella la que me ha dicho que se lo podía mandar por valija, pero no, la negativa es rotunda. Casi se me escapa "pos vaya mierda compañeras", pero me contengo y bajo a la planta dos, agencia de viajes, a ver si es esa la valija, esta vez por la escalera Thyssen saltando peldaños de dos en dos, puñetera prisa.
Le explico a la señorita de viajes otra vez el asunto, me interroga, donde, cuando, por qué y por fin me dice que viajes, si tiene valija a todas España. Aleluya. Le doy el teléfono de Sandra y la dejo con la palabra en la boca con frases como "uy pues no se para que la quiere si ya habrá anulado las tarjetas" por que salgo disparado a bajar escaleras de tres en tres. Todo esto me ha costado media hora larga, y hace ya veinte minutos según la multa de 90 euros que brilla en mi parabrisas que me han multado. Por estacionamiento indebido en la zona O.R.A. Aleluya. Por lo menos no se lo ha llevado la grúa.
De camino al lugar donde he quedado de mi boca salen palabras de malsonantes, a super-malsonantes, en un increscendo producido por el traficazo que hay a cuenta de las obras del metro y que me tienen hasta las mismísimas pelotas. Casi bajo del coche a darle un bocado al tío que delante mío aguanta un STOP para que salga un camión de la obra. Junto a él un bonito cartel de "Obras del Metro, estamos trabajando para mejorar su calidad de vida. Generalitat Valenciana" me hace recordar a las madre de algunos políticos locales. En el siguiente paso de peatones un Policía Local pára el tráfico para que pasen un grupo de 50 monjas del convento cercano, todas ellas mayores de 55 a ojo, y a un páso que me hace morder el volante del coche ante la atónita mirada del policía. Cuatrocientos metros más alante un control de la Policía Nacional con ese pinchos en la carretera, y con sus armas que parecen recortadas y que hacen "chaca- chaca", no sé si por acojonar o simplemente es por que se aburren. Dios, que no me paren, que no me paren, y ahí fue cuando Dios hizo su buena obra del día, y no me pararon.

11 comentarios:

ludovico dijo...

Confirmado pues, ud. es (el) Paleto en el foro El Pombo. ¿No vió mi pregunta al respecto?

Oiga que yo también tuve una buena acción protagonizada por otra empleada del Corte Inglés (esta vez de Alicante) Pues que en una ocasión me encontré un billete de 20 euracos en el suelo, cerca de una caja registradora, en planta de confección de ropa, y lo entregué, en depósito eso sí, a la empleada más cercana por si se le hubiese caído accidentalmente a algún/a cliente/a, y volvía a reclamarlo.
Yo, me parece que quedé como un jilipollas, aunque no en mi conciencia, y la empleada con 20 euros en el bolsillo.
Aunque, la verdad le dije que a última hora pasaría yo mismo a reclamar el dinero si no aparecía el legítimo propietario, para que no se hiciera ilusiones (pero no pasé)

Arkab dijo...

Trikki, qué buena historia. Oiga, y qué final. ¿Se imagina que en vez un control de policía hubiese llegado a un paso a nivel y mientras espera a que pase el «tren que ha salido», le saluda desde una de sus ventanillas el párroco catequista de su hija? Qué bonito final.

Trikki dijo...

Oiga Vico que si, que si que vi su mensaje, pero no me aclaro aún mucho en El pombo, ni es responder ni en nada que se le parezca, estoy de "baby member" como usted habrá visto, pero por que no me aclaro entoavía.La culpa de que esté allí es de Arkab (aunque en mi solicitud no puse que iba recomendao por nadie, ya que como todos ustedes saben, soy irrecomendable) por que pinché en un link de su página y me puse a leer y leer, hasta que me dije pos vamos a plantar el huevo.

Arkab, me da una rabia que no veas, (que no se me ocurriera a mi)pero que final más bueno que se le ha ocurrido, si estoy por hacer otra versión extendida y todo.

ludovico dijo...

Mejor irrecomendable que impresentable.

Oiga, que me alegro, que va a ser ud. un serio competidor para un tal Virgil, sobre todo en lo tocante a la cosa sexual y los chistes guarrindongos.

Arkab dijo...

Mecagontó, Trikki. ¿Que se me ha metido en erponvo u ordocívico y yo sin enterarme? Me avise, hombre, que yo lo enchufo y le doy mil cariños. ¿Y cómo se me llama allí? ¿Y lo sabe la Helter? ¿Y ya le han contao que, si vive en Valencia y se apunta a erponvo, tiene que enviarle un beso cariñoso a todos los nacidos en Granada cuando lo reciba uno con barba que se llama Orfeo? Ay, qué emoçao que me ha dao.

Trikki dijo...

Que sí, que sí, que estoy en prácticas con mi "L" y todo, Arkab, que me pierdo entre tanto hilo, pero de lo del beso no me habían dicho nada, caxis.Oiga, que en la foto de su blog Orfeo tiene de todo menos barba.

Ludovico se percató rápidamente de que los acentos no solían ir donde debían, y dijo "este es mi trikki que no cambia", que es muy observador ahí donde le ve.

Para Helter es secreto, ella sabe que soy la única persona capaz de desmentir ese burdo rumor de que es un hombre y tiene voz de camionero, así que si hace falta ahí estaré.

Oiga Arkab, que su idea de final me ha hecho pensar que también se me olvidó ya que estamos casi en fecha de presentaciones falleras, que por otro paso de peatones pasara la comisión al completo de la falla Gran Vía, que son como tres mil más los músicos y a paso de Paquito el chocolatero, les puede costar día y medio cruzar un paso de peatones.

Trikki dijo...

Oigan, Helter y Ludovico, que estoy encantado con sus mensajes de bienvenida, sepan que no les contesto por que no me aclaro para contestar, pero gracias, que si encuentro responder por algún lao ya se lo agradezco.

ludovico dijo...

Yo me doy por contestao. Ud. vaya investigando que ya descubrirá como moverse por el Pombo.

Harry Sonfór dijo...

Oiga, Trikki, que le venía a contar un chiste.
Que es un tipo que entra corriendo en una estación de tren y le pregunta a la de información: «Oiga ¿el tren a Castellón ya ha salido?» y le dice la de información: «El tren a Castellón viene demorado», y le contesta el tipo: «que no le pregunto de qué color viene el tren, que le pregunto que si ya ha salido, señorita de información».

Trikki dijo...

Juas, estaba yo pensando en un chiste de un tren que es mu guarro, pero que mejor no lo cuento que esto lo leen niños, pero si dejo este vidrio de unos pelujones que usted conocerá, y hablan de un tren, distinto, pero parecido al del cura.

http://es.youtube.com/watch?v=Z8GWknjuwxE&feature=related

Helter dijo...

Pues yo me sabía uno sobre la versión masculina de Ana Torroja, pero mejor no lo cuento tampoco. Hala, al limbo de los chistes no contaos.